lunes, 21 de septiembre de 2009



3. Lección del 15 de Septiembre. La construcción de un modelo
La casa Farnsworth de Mies van der Rohe

El proyecto de las CSH tiene un paralelo en la casa de Mies, con muchas similitudes formales. Casi parece
una de aquéllas, pero no es así. Las CSH representan en su mayoría un punto de partida; interpretan el sueño consabido de la familia norteamericana - la casa unifamiliar aislada- en las claves modernas que hemos visto ya, como un sistema coherente de construcción industrial, programa articulado y estética abstracta de geometría neoplástica. La casa Farnsworth, en cambio, parece un punto de llegada en la trayectoria de Mies, un proyecto coherente con su obra anterior desde el pabellón de Barcelona y casi un punto final, un
experimento en el límite, exigiendo el máximo de transparencia de la caja de cristal, de la imagen a la vez exacta y poética de la estructura de acero y de la composición modular tridimensional de la casa en su paisaje. Para nuestro ejercicio nos interesa su habilidad y su modelo de belleza, pero no su propuesta radical de perfección formal.
A diferencia de las CSH, la casa Farnsworth es la obra del último período de un maestro europeo, cuyo impulso de modernidad comenzó una generación antes. No tiene el carácter de la obra abierta, repetible, universal y despreocupado de las casas de California, ni la inmediatez industrial de su construcción. La belleza material de la casa F. radica en la exquisita y compleja ejecución de la soldadura para obtener efectos –los perfiles parecen pegados_ y en la complejidad estructural –la casa es casi una viga puente, calculada por Myron Goldsmith- para que los planos estructurales horizontales de la casa sean semejantes. Podría decirse que pertenece a n manierismo moderno, si por ello se entiende la búsqueda del efecto de elegancia sobre la simple expresión de la construcción.
La situación de la casa en su parcela del río es interesante. Es característicamente moderna, como la de la Casa de la Cascada –Fallingwater-. Colocadas al borde del peligro, la crecida del río, ambas pagarán el precio de verse inundadas. Tiene más que ver con nuestro proyecto la situación en las laderas de las CSH, mirando al horizonte.
Sin embargo, la Casa Farnsworth no proporciona un ejemplo, si bien radical o extremo, de la coherencia interna del proyecto moderno: La habilidad de su construcción, casi una jaula de acero de pilares y tirantes verticales, el sacrificio del programa abierto dentro de la casa de cristal y la elegancia formal de elementos industriales y planos puros en las tres dimensiones constituyen un círculo virtuoso en que cada elección potencia a la otra, aunque la primacía de lo formal sobre la función y la lógica industrial sea evidente.
Igualmente sucede con su legitimación cultural: constituye uno de los iconos de su época porque da forma final a una búsqueda de sentido para el proyecto de la casa de vacaciones como caja transparente y a la arquitectura como ciencia exacta. Los inconvenientes de la casa, o si se quiere, el sacrificio que tributa y que paga con la falta de intimidad, la imposibilidad de cambio, la exposición del acero o la rigidez del modelo único, fueron plenamente aceptados por los Arquitectos modernos, aunque no tanto por la señora Farnsworth.

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