viernes, 18 de septiembre de 2009



1. lección del 8 de Septiembre. El ejemplo de Craig Ellwood

A finales de los años 40, la revista A&A, Arts and Architecture, editada por John Entenza, era la única revista americana que dedicaba todo su contenido a obras modernas. Reunió entre 1945 y 1962 a un grupo de arquitectos americanos (Richard Neutra, Raphael Soriano, Craig Ellwood, Charles y Ray Eames, Pierre Koenig o Eero Saarinen entre otros) que en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial aprovecharon unas condiciones sociales que propiciaban la experimentación y que hicieron de la arquitectura un arte popular, diseñando y construyendo en California casas modelo (Case Study Houses) baratas, eficientes. Estos proyectos eran conformes con muchos postulados de la arquitectura moderna europea, aunque su legitimación era más práctica que cultural, y contribuyeron, gracias a la cámara y al ojo de Julius Shulman, a establecer la interpretación del proyecto dentro del sistema programa-construcción-forma moderna.
En este curso de Proyectos 2-3 la obra de Craig Elwood nos interesa especialmente, porque es la obra de alguien sin título de arquitecto pero con una capacidad extraordinaria para elaborar la nueva arquitectura. Craig comenzó su experiencia “moderna” haciendo las mediciones y presupuestos de proyectos ajenos, y cuando se enfrentó a la tarea profesional de construir una vivienda, los factores económicos y materiales se convirtieron en el germen y la razón del proyecto. Empleó tableros estándar, vidrio y perfiles de acero industrializados, los materiales que se habían desarrollado o perfeccionado por la industria de guerra, en la ejecución de estructuras sencillas y modulares de cubierta y suelo plano.
Para Ellwood, estos elementos generan la modulación y el ritmo repetitivo sobre el que se organiza y resuelve la vivienda. El tablero de madera con su medida estándar de 2.40, una dimensión industrial y económica, se adapta a la dimensión humana al tiempo que introduce en el proyecto el plano abstracto ideal para las tres dimensiones espaciales, como en una escultura del neoplasticismo o del Stijl holandés. Para Ellwood “la economía dicta que los productos y las técnicas de la máquina sean la esencia de nuestros edificios”.
En el proyecto, cada elemento se somete a una coherencia extraordinaria. La modulación de la cubierta y de los paramentos verticales, opacos o transparentes, dada por razones constructivas y estructurales, organiza la medida de los espacios de uso de la casa y permite que ésta se exprese como una construcción abstracta de planos opacos o transparentes, sólidos o virtuales. Así la “belleza” de la obra es abstracta y expresa la armonía de su solución industrial y útil. Esta belleza moderna ha sido difundida mediante la fotografía de Shulman, que supo captarla y hacer de ella un paradigma para la arquitectura de posguerra.
El estudio de la casa Zack y de la CSH #17 sirve para orientar el planteamiento del ejercicio: casas para investigadores o invitados académicos en la Ciudad Universitaria de Madrid. Desde el primer estudio del terreno y del entorno, hasta lo que será el trabajo en una maqueta, se entiende cómo proceder con una modulación regular y con un esquema de la casa siempre como un conjunto articulado de partes, de modo que la disposición de las casas en el terreno, la disposición de los espacios cerrados y vacíos de la casa y la disposición de los elementos constructivos y muebles repiten una misma operación geométrica.
La casa Zack se presenta como un proyecto sobre un borde del terreno, de una extrema economía de recursos y una forma muy simple; la casa #17 en cambio muestra claramente el principio de articulación de sus piezas: la casa podría resolverse con otra composición de las misma s piezas a favor de una parcela con vistas u orientación diferentes. El programa de la #17 es aplicable a las casas de investigadores propuestas, o puede tomarse como una orientación dimensional para el ejercicio.

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