jueves, 24 de septiembre de 2009


4. Lección del 21 de Septiembre
La casa como maqueta 1:1. La casa Eames

De nuevo una CSH construida por profesionales próximos a la arquitectura, sin la titulación específica de arquitectos. Sin embargo, es el proyecto más famoso de todos, prácticamente desde su construcción. Las primeras y escasas imágenes publicadas en los 60 bastaron para transmitir por el mundo la propuesta moderna de la casa Eames.
Para nuestro curso, la casa mantiene su carácter de ejemplo, directamente utilizable y que se puede trasladar al primer ejercicio para ensayar una vía de trabajo. Como paradigma del sistema moderno de proyecto, el sistema cuya práctica constituye el argumento del primer ejercicio, la casa Eames resulta muy explícita; cualquiera de sus imágenes muestra el triple carácter de un proyecto de construcción modular, ligera y directa, que al mismo tiempo es un proyecto de habitación moderna que interpreta el programa como una serie de espacios fluidos, transparentes y abiertos unos a otros en las tres direcciones, y también un proyecto interior-exterior que trabaja con una escultura-caja de planos perpendiculares puros de distintas materias y, excepcionalmente, de colores. La legitimación de sus valores estéticos y éticos es máxima, dada su propuesta de casa universal y al mismo tiempo singular, que radica en su tesis de construcción industrial y modelo de uso por un lado y en su composición libre por otro.
De la casa Eames aprendemos, en primer lugar, cómo Ray y Charles Eames toman el modelo de las primeras casas americanas de Mies para plantear directamente su proyecto de casa en voladizo sobre la pendiente del terreno que mira hacia el Pacífico, y cómo los dibujos y la maqueta plantean rápidamente una primera propuesta que enseguida se transforma.
A continuación se trata de observar el movimiento que, con gran sensatez y pragmatismo, cambia la casa volada por la casa apoyada contra el talud: un muro de hormigón crea al lugar de la casa, ahora pegada al terreno. Sobre la excavación de este plano se levantaría, en un tiempo récord, la gran jaula de la estructura modular de la casa y la del estudio.
Esta estructura proporciona la red de espacios vacíos y llenos, las estancias que se respaldan en la ladera y la que sobresale sobre ella, y el crucigrama de colores que se resolverá con paneles ventana y paneles de distintas texturas. Es particularmente interesante el patio entre casa y estudio, como una parte de la composición que queda no construida y al aire libre.
La operación parece casi tan simple como la de componer un mueble modular junto a una pared, pero tiene en cuenta todos los contenidos que habíamos descrito como esenciales en la tríada vitrubiana moderna al principio.
Para nuestro ejercicio de Proyectos 2 y 3 hay que resaltar la afinidad del contenido, la casa-taller de dos diseñadores, la condición de mirador del horizonte, y el uso de la pendiente para una casa de dos niveles. A partir de ellos se puede empezar el trabajo con la confianza en un modelo extraordinario. Y por supuesto la sugerencia de trabajar el proyecto de la casa desde la maqueta es insoslayable.


lunes, 21 de septiembre de 2009



3. Lección del 15 de Septiembre. La construcción de un modelo
La casa Farnsworth de Mies van der Rohe

El proyecto de las CSH tiene un paralelo en la casa de Mies, con muchas similitudes formales. Casi parece
una de aquéllas, pero no es así. Las CSH representan en su mayoría un punto de partida; interpretan el sueño consabido de la familia norteamericana - la casa unifamiliar aislada- en las claves modernas que hemos visto ya, como un sistema coherente de construcción industrial, programa articulado y estética abstracta de geometría neoplástica. La casa Farnsworth, en cambio, parece un punto de llegada en la trayectoria de Mies, un proyecto coherente con su obra anterior desde el pabellón de Barcelona y casi un punto final, un
experimento en el límite, exigiendo el máximo de transparencia de la caja de cristal, de la imagen a la vez exacta y poética de la estructura de acero y de la composición modular tridimensional de la casa en su paisaje. Para nuestro ejercicio nos interesa su habilidad y su modelo de belleza, pero no su propuesta radical de perfección formal.
A diferencia de las CSH, la casa Farnsworth es la obra del último período de un maestro europeo, cuyo impulso de modernidad comenzó una generación antes. No tiene el carácter de la obra abierta, repetible, universal y despreocupado de las casas de California, ni la inmediatez industrial de su construcción. La belleza material de la casa F. radica en la exquisita y compleja ejecución de la soldadura para obtener efectos –los perfiles parecen pegados_ y en la complejidad estructural –la casa es casi una viga puente, calculada por Myron Goldsmith- para que los planos estructurales horizontales de la casa sean semejantes. Podría decirse que pertenece a n manierismo moderno, si por ello se entiende la búsqueda del efecto de elegancia sobre la simple expresión de la construcción.
La situación de la casa en su parcela del río es interesante. Es característicamente moderna, como la de la Casa de la Cascada –Fallingwater-. Colocadas al borde del peligro, la crecida del río, ambas pagarán el precio de verse inundadas. Tiene más que ver con nuestro proyecto la situación en las laderas de las CSH, mirando al horizonte.
Sin embargo, la Casa Farnsworth no proporciona un ejemplo, si bien radical o extremo, de la coherencia interna del proyecto moderno: La habilidad de su construcción, casi una jaula de acero de pilares y tirantes verticales, el sacrificio del programa abierto dentro de la casa de cristal y la elegancia formal de elementos industriales y planos puros en las tres dimensiones constituyen un círculo virtuoso en que cada elección potencia a la otra, aunque la primacía de lo formal sobre la función y la lógica industrial sea evidente.
Igualmente sucede con su legitimación cultural: constituye uno de los iconos de su época porque da forma final a una búsqueda de sentido para el proyecto de la casa de vacaciones como caja transparente y a la arquitectura como ciencia exacta. Los inconvenientes de la casa, o si se quiere, el sacrificio que tributa y que paga con la falta de intimidad, la imposibilidad de cambio, la exposición del acero o la rigidez del modelo único, fueron plenamente aceptados por los Arquitectos modernos, aunque no tanto por la señora Farnsworth.


2. Lección del 14 de Septiembre. Los ejemplos y su interpretación
Pierre Koenig, Killingsworth, Brady and Smith y José A. Coderch

Después de las obras de un autodidacta como Craig Ellwood, es interesante estudiar las de un joven arquitecto que construyó su propia casa durante su segundo año de carrera, con una sencillez próxima a la de la Zack House, y las de un español que interpretó estos proyectos modernos desde su propio medio y con los recursos limitados de la industria y las costumbres de su entorno español. Para estudiarlas, lo mejor es dibujarlas hasta guardar no sólo la memoria visual de sus hermosas imágenes en los ojos, sino sobre todo la memoria en la mano de sus esquemas abiertos sobre el plano y de su rigurosa construcción.
Pierre Koenig, un estudiante de segundo curso de arquitectura con 25 años, diseñó su propia casa cuidando al máximo su economía. La casa es un ejemplo de cómo hacer más con menos. Hay ingenuidad y habilidad de novel en el manejo del programa y el mobiliario, pero es ya profesional la seriedad de la modulación de la estructura metálica y también el trabajo de los materiales como el cemento bruñido del suelo o la chapa grecada de la cubierta.

Las casas A, B, C de Killingsworth, Brady and Smith.
Son tres casas para tres familias, con un programa muy parecido en las tres, con soluciones algo diferentes. Es interesante la relación entre ellas y el espacio que dejan entre sí. Las dos primeras se sitúan un poco más arriba que la tercera y separadas de esta última por la vía rodada de acceso (un tranquilo fondo de saco), a través del cual las tres casas se “miran” entre si.
Casa A. Es la que se encuentra en un terreno más bajo que las otras dos. El proyecto se desarrolla en horizontal, dentro de una altura libre de 3,30 m. Paredes, puertas y ventanas se entienden como planos puros y verticales de suelo a techo, que se levantan entre y sobre los planos del pavimento y del agua del estanque. La lámina de agua aporta reflejos y magia a las fotos de Shulman, que aprovecha al máximo el punto de vista para mostrar la casa como una serie de espacios atractivos. El proyecto utiliza y cumple con el programa, bastante convencional y familiar, pero añade una serie de espacios libres que son tan importantes como ellos. Nos hemos referido a esto antes como un proyecto de planta abierta, que trabaja los límites como planos articulados en las tres dimensiones y no como cerramientos continuos con huecos. Algunos elementos tradicionales sufren una interpretación interesante, como la inevitable chimenea de la casa norteamericana, que se construye como un rectángulo dentro de otro, casi como un cuadro abstracto (quizá hoy diríamos minimalista). La pérgola, un antiguo elemento de sombra y de ambiente, es casi el único que se modela para exhibir mejor el valor de las vigas laminadas, siguiendo la retórica de los maestros europeos como Neutra o Mies.
Casas B y C. El proyecto ha interpretado el programa familiar como una serie de “cajas”: la casa-caja de los padres, la de los hijos, de estar, etc. Lo mejor de la arquitectura no está en el programa, está en las relaciones articuladas entre las “piezas habitables” del programa y los espacios vacíos. El proyecto de planta abierta se limita voluntariamente entre rectángulos, como en un ejercicio de empaquetamiento, que valora las casas como estructuras rectas en un espacio libre común. Las casas enmarcan el paisaje desde sus estancias, y las fotos de Shulman revelan con claridad que la arquitectura parece un lugar desde donde el paisaje cobra sentido.

La Casa Catasús de Coderch. Una interpretación ejemplar.
El proyecto se sitúa dentro del sistema moderno y lo introduce en España, en un exitoso ensayo. La articulación de las partes entre sí, con el jardín y con la parcela, y la modulación rigurosa, hicieron de la casa un ejemplo a escala nacional. No llega a la libertad de planta de uso de las CSH, los espacios familiares parecen más tradicionales o más encerrados y faltan los materiales de la industria de California, pero la versión de pantallas de madera y de muros de ladrillo es, a su modo, perfecta. La casa Catasús es un ejemplo precioso de interpretación del sistema moderno de las CSH y otras, que nos recuerda que toda obra es interpretación de otra obra anterior, que las grandes obras no son inventos en el vacío.

viernes, 18 de septiembre de 2009



1. lección del 8 de Septiembre. El ejemplo de Craig Ellwood

A finales de los años 40, la revista A&A, Arts and Architecture, editada por John Entenza, era la única revista americana que dedicaba todo su contenido a obras modernas. Reunió entre 1945 y 1962 a un grupo de arquitectos americanos (Richard Neutra, Raphael Soriano, Craig Ellwood, Charles y Ray Eames, Pierre Koenig o Eero Saarinen entre otros) que en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial aprovecharon unas condiciones sociales que propiciaban la experimentación y que hicieron de la arquitectura un arte popular, diseñando y construyendo en California casas modelo (Case Study Houses) baratas, eficientes. Estos proyectos eran conformes con muchos postulados de la arquitectura moderna europea, aunque su legitimación era más práctica que cultural, y contribuyeron, gracias a la cámara y al ojo de Julius Shulman, a establecer la interpretación del proyecto dentro del sistema programa-construcción-forma moderna.
En este curso de Proyectos 2-3 la obra de Craig Elwood nos interesa especialmente, porque es la obra de alguien sin título de arquitecto pero con una capacidad extraordinaria para elaborar la nueva arquitectura. Craig comenzó su experiencia “moderna” haciendo las mediciones y presupuestos de proyectos ajenos, y cuando se enfrentó a la tarea profesional de construir una vivienda, los factores económicos y materiales se convirtieron en el germen y la razón del proyecto. Empleó tableros estándar, vidrio y perfiles de acero industrializados, los materiales que se habían desarrollado o perfeccionado por la industria de guerra, en la ejecución de estructuras sencillas y modulares de cubierta y suelo plano.
Para Ellwood, estos elementos generan la modulación y el ritmo repetitivo sobre el que se organiza y resuelve la vivienda. El tablero de madera con su medida estándar de 2.40, una dimensión industrial y económica, se adapta a la dimensión humana al tiempo que introduce en el proyecto el plano abstracto ideal para las tres dimensiones espaciales, como en una escultura del neoplasticismo o del Stijl holandés. Para Ellwood “la economía dicta que los productos y las técnicas de la máquina sean la esencia de nuestros edificios”.
En el proyecto, cada elemento se somete a una coherencia extraordinaria. La modulación de la cubierta y de los paramentos verticales, opacos o transparentes, dada por razones constructivas y estructurales, organiza la medida de los espacios de uso de la casa y permite que ésta se exprese como una construcción abstracta de planos opacos o transparentes, sólidos o virtuales. Así la “belleza” de la obra es abstracta y expresa la armonía de su solución industrial y útil. Esta belleza moderna ha sido difundida mediante la fotografía de Shulman, que supo captarla y hacer de ella un paradigma para la arquitectura de posguerra.
El estudio de la casa Zack y de la CSH #17 sirve para orientar el planteamiento del ejercicio: casas para investigadores o invitados académicos en la Ciudad Universitaria de Madrid. Desde el primer estudio del terreno y del entorno, hasta lo que será el trabajo en una maqueta, se entiende cómo proceder con una modulación regular y con un esquema de la casa siempre como un conjunto articulado de partes, de modo que la disposición de las casas en el terreno, la disposición de los espacios cerrados y vacíos de la casa y la disposición de los elementos constructivos y muebles repiten una misma operación geométrica.
La casa Zack se presenta como un proyecto sobre un borde del terreno, de una extrema economía de recursos y una forma muy simple; la casa #17 en cambio muestra claramente el principio de articulación de sus piezas: la casa podría resolverse con otra composición de las misma s piezas a favor de una parcela con vistas u orientación diferentes. El programa de la #17 es aplicable a las casas de investigadores propuestas, o puede tomarse como una orientación dimensional para el ejercicio.

jueves, 10 de septiembre de 2009


0 . Introducción, 8 de Septiembre. Los dos Sistemas

El curso de proyectos II y III que ahora comienza, correspondiente al primer cuatrimestre del curso académico 2009-2010, propone como objetivo el conocimiento y la práctica de los dos principales sistemas de proyecto vigentes desde la segunda mitad del siglo XX. Este interés por contrastar ambos sistemas ya ha sido dado a conocer en la presentación del curso ante el Departamento de Proyectos. Como trabajo de taller, propone dos ejercicios para ejercitar cada sistema y aprender sus diferencias.
El primer ejercicio trabajará con el sistema de la Modernidad, mientras que el segundo lo hará con el de la Postmodernidad, entendida esta última no como una tendencia de los 70 o un estilo posterior al movimiento moderno, sino como una revisión profunda y a veces radical de las categorías de la modernidad planteadas entre 1920 y 1940 y establecidas como sistema desde la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los 60.
Para familiarizarnos con lo que llamamos sistema moderno, que nace en virtud de los cambios técnicos, sociales y culturales ligados a la revolución industrial y que se muestra en su origen como alternativa al de las tendencias eclécticas del siglo XIX, lo pondremos en los términos canónicos de Vitruvio 20: Utilitas, Firmitas y Venustas.
- Utilitas, la utilidad, se presenta en la modernidad como una exigencia ética. Para el arquitecto supone la posibilidad y la responsabilidad de volver a proyectar el programa del edificio desde los principios modernos de economía, higiene, libertad y comodidad.
- Firmitas, la buena construcción, que para los clásicos se traducía en la pretensión de durar en el tiempo, para los modernos implica proyectar una construcción racional, regular, medida y lo menos artesanal posible, lo que acerca la construcción a la técnica industrial .
- Venustas, la belleza, es algo de difícil interpretación para los modernos, que no aceptan de buen grado el término “belleza” (como harán posteriormente los postmodernos). Para los modernos la belleza consiste en proyectar con un nuevo sistema formal universal basado en la abstracción, la articulación y las relaciones dimensionales del neoplasticismo.
Esta versión de los tres términos antiguos, ahora reinterpretados y vigentes en el proyecto moderno, conduce a un proyecto coherente en sí mismo y legitimado ante la sociedad a la cual se ofrece. Estos dos conceptos también deben explicarse para orientar debidamente el trabajo de curso: La coherencia interna o consistencia del proyecto moderno significa que cada decisión (de programa, construcción o forma) puede justificarse coherentemente desde los tres términos del sistema, de modo que la construcción racional conduce a la belleza abstracta y a la claridad del programa de uso, y viceversa. La prueba de una elección acertada en uno de los tres términos reside en que contribuya a reforzar a los otros dos. Y aún más, la coherencia interna significa que el proyecto gráfico, el trabajo de maqueta o el simple dibujo tentativo intentarán ser libres, abiertos, económicos, racionales y abstractos. Es verdad que los tres términos, llevados a su extremo, dieron en su día lugar a lo que se llamó arquitectura funcional o estética de la máquina, pero lo que marca el proyecto moderno es la gran coherencia de sus decisiones y de sus medios.
La legitimación del proyecto ante la sociedad significa que acepta los ideales o valores de su época, que para la modernidad son ética social, técnica universal, estética del nuevo siglo. La arquitectura alude a los valores intentando expresar lo articulado, lo igualitario, lo industrial, lo racional, lo transparente y lo luminoso en sus tres términos.
Cuando estos valores de la Modernidad desaparezcan, sustituidos por los de la Postmodernidad, la interpretación de utilitas, firmitas y venustas cambiará y desaparecerá la exigencia de una coherencia entre programa, construcción y forma tan propia de los modernos. La legitimación de la arquitectura en la sociedad de final de siglo también cambiará su base crítica; pero de esto nos ocuparemos en el segundo ejercicio.


00. Presentación, 7 de Septiembre. Un curso para El Diálogo de los dos Sistemas
A partir de la experiencia reciente de cátedra entre los primeros y los últimos niveles de Proyectos, contrastada con la de los tribunales de Fin de Carrera, se plantea un curso sobre las bases del proyecto escolar. Es un curso de otoño para el nivel iniciático, que debe tener una segunda parte en la primavera de 2010 (P1, P2 y P3). La idea central que arma el curso es el contraste de dos formas de proyectar que se perciben cada vez más como divergentes, si bien se mezclan en los trabajos de curso y de PFC de la Escuela de Madrid. Se trata de las maneras moderna y posmoderna, que parecen atender a credos y técnicas semejantes, pero que en la práctica usan tácticas bien distintas y orientan el proyecto desde valores muy diferentes .
La proverbial definición de Arquitectura de Vitrubio como una tríada se puede considerar vigente, pero ambas maneras la interpretan en sentidos divergentes y a menudo opuestos. Para Vitrubio, la venustas de la arquitectura era solidaria con utilitas y firmitas. La unidad de esta tríada se tradujo en el tiempo de los modernos por la coherencia de su nuevo sistema formal, consolidado entre 1920 y 1950 y supuestamente aún vigente hoy, con la construcción técnica y la crítica social del programa. La posmodernidad, en cambio, traduce la tríada vitrubiana como un sistema cuya forma se apoya en el uso a priori de la tecnología y en los códigos de comunicación. La legitimación de la versión moderna de la tríada moderna es ética y se basa en certezas; la de la versión posmoderna es pragmática y su base aleatoria. Los métodos de proyectar, de dibujar y de pensar de la primera son cartesianos y la imaginación abstracta se somete a la razón; los de la segunda son publicitarios y se confían a las posibilidades de la cibernética.
Para esta doble experiencia, el curso propondrá como ejercicios dos proyectos de edificios de programa sencillo que permitan comparar los dos sistemas, su diferente punto de partida, sus distintos útiles de proyecto y su desigual propósito. Un edificio será de contenido utilitario, como una villa, y el otro de función abstracta, como una capilla. Ambos son buenos ejemplos de la evolución sufrida en la interpretación de la tríada vitrubiana. El lema de este curso juega con el título del famoso Diálogo de los dos grandes Sistemas de Galileo en el centenario (1609) de su telescopio. para este curso.


DIARIO de PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS II y III

Otoño de 2009
Profesores:
Justo F. Isasi, Catedrático
Alberto Pieltáin, Titular interino
Diego García Setién, Asociado
Jesús Donaire, Asociado